La espartana no te besa, ni abraza
sólo deja que duermas con ella
Abandona sus fieras compañeras
por mandato del general y la guerra en ciernes
La espartana se distrae con las brujas
sus hechizos, bailes y palabras
en las cuales, en el fondo, no cree
La materia es dócil en sus manos
los cristales responden sus preguntas con otras
A la noche, quizás,
como gesto máximo de amor
deja que apoyes la
cabeza en su hombro.