Se podría decir que en el olluelo de la risa del joker vive un duende
y dentro los mundos de él: un planetario rojo.
Me fui en el 36 a Plaza Italia, camine. Todo insensiblemente. Ya es una aventura guiada por la nada ya que ni emocion,
solo un poco de expectativa.
Llegué al Planetario, me fui a la parte de atrás.
Prendí un sahumerio
y en los arcos...luces por el camino
pasaba el tren furioso
Tomé una ruedita...caramelos, cigarros, ningún efecto.
Enojado, camine kilometros
pasé por una plaza cerca del botanico y quise entrar, pero se me fue el deseo. Hubiera sido solo para contarselo a alguien, mentira, o no...
Efectos raros; tranquilidad; pero la muerte me perseguía igual, acechando y si ...todo lo que hay para hacer: Nada.
Ni deseo. Vi la realidad, vi el espiritu, me desmayé. Y solo me quedo lo que calcino la luz y su ceguera.
Seguí...plaza Cortazar (en calle Armenia), me senté pero la energía no me gusto y segui caminando. Camine hasta la plaza Serrano; pero menos
no quería ver más gente
pero tomé un camino (ahi todas las calles se abren a más no poder)...iba relajado, quería oscuridad, una mano en el bolsillo.
Terminé en Corrientes y Dorrego...a unas 40 cuadras de mi destino "dormir", como siempre.
Ya no quería fumar
el mismo chicle, no se como no se desintegro.
Un viaje a la antigua, en soledad. Sigue el camino del guerrero. Pero me cuesta demasiado despertar, es una angustia terrible.
---