Una semilla de cafe, bañada por fuego
y el azúcar despierta a los pobres
citadinos...y los hace caminar
es un bastón
Y es la plenitud del barco carguero
descansando en agua espesa
su conductor limpia su moto
los niños que piden la pelota
casas debajo del el puente
Ese fresco aroma a química y curtiembre
eran la verdad que sale de las alcantarillas
de Avellaneda...
El dia fresco no fermenta por su azucar
e incluso saluda una tortuga perdida
La primavera en visperas...las plantas expectantes no me dicen nada...
me echaron de su reino en dos cafes
...en dos cigarros....en dos excesos de apoyo.
martes, 19 de agosto de 2014
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