Una semilla de cafe, bañada por fuego
y el azúcar despierta a los pobres
citadinos...y los hace caminar
es un bastón
Y es la plenitud del barco carguero
descansando en agua espesa
su conductor limpia su moto
los niños que piden la pelota
casas debajo del el puente
Ese fresco aroma a química y curtiembre
eran la verdad que sale de las alcantarillas
de Avellaneda...
El dia fresco no fermenta por su azucar
e incluso saluda una tortuga perdida
La primavera en visperas...las plantas expectantes no me dicen nada...
me echaron de su reino en dos cafes
...en dos cigarros....en dos excesos de apoyo.