En el espacio entre la ventana y el abismo
en un hueco en la derecha
se escondian viejas mascaras de hule casi secas
y una de madera, triangular
demonios antiguos y modernos,
Ademas, había
una planta seca
Un ahogo lo vino a buscar para que no
despierte de la siesta entre lazos negros
la cabeza pesada, muy pesada
No era tarde para salir, no eran fuertes
Una bocanada de aire y las ganas de seguir
y seguir durmiendo...