lunes, 14 de noviembre de 2016

Tránsito

Eras como la leche impura
que venía a sazonar los cafés
en reposo por mil días

En la noche del día
la esperanza de la estrella
ver
ilumninando un cielo claro
claro, era invisible


Ya que el arco que tensaba la flecha
de esa guerra
hace tiempo se ha roto
tiemblo ante tu imagen
y sigo mi camino

A pie, a pie
mis armas son casuales palos
y piedras negras
bien sólidas
Y con ellas la fé...sí la fe en que
voy a tener puntería
en que voy a saber usarlos
real mentira real

En los lugares apropiados por el hombre
cada vez más cerca del límite de lo
cuidado
Los perros están sueltos
Algunos son buenos otros no
Iré a gastar el aliento sin hablar